“El reto es integrar el aprendizaje informal con el formal”
Conseguir que todos los niños tengan tabletas en las aulas o pizarras electrónicas hoy por hoy es una utopía. La principal barrera, además de la falta de fondos, es considerarlas como mero entretenimiento, en lugar de valorar su vertiente educativa. Stefania Aceto, investigadora del grupo TELSOCK, acreditado por el Vicerrectorado de Investigación y Tecnología (UNIR Research), aboga por una explotación educativa de estos recursos, integrando el aprendizaje informal con el formal.
¿Cómo ha evolucionado el eLearning en los últimos años?
La parte positiva es que los proyectos están dando resultados, apoyados, en parte, en programas nacionales de implementación tecnológica. Las herramientas tecnológicas están ayudando al aprendizaje a través de diferentes niveles, desde la educación primaria hasta la superior. Pero, no hay que olvidar que todavía tenemos retos por delante, porque los profesores presentan ciertas resistencias a usar tecnologías y también, porque existen problemas económicos. Extender la tecnología a las escuelas implica invertir mucho y que la gente sea capaz de enseñar, de apoyar el aprendizaje de los alumnos usando la tecnología. En mi opinión, el desafío hoy se refiere al diseño, porque cuanto más sofisticados son los dispositivos, se necesitan perfiles que conozcan tanto la vertiente pedagógica como la tecnológica, y ese perfil aún no es común. Los diseñadores, en principio, deberían cubrir las dos áreas para ser capaces de diseñar las herramientas adecuadas.
¿Qué más desafíos hay?
Otro reto es cómo integrar la parte positiva de las experiencias de aprendizaje informal en aprendizaje formal. Las personas usan tabletas, smartphones y ordenadores en su vida diaria. El nivel de penetración de los smartphones es muy alto en Europa, pero todavía es complicado tener una cultura de aprendizaje con este dispositivo. Desde mi punto de vista, todavía no hemos llegado a la experiencia plena de aprendizaje que podríamos tener gracias a los dispositivos inteligentes. Los estamos usando como un complemento, de la escuela, del trabajo, como un micro aprendizaje, pero podrían explotarse más como herramienta educativa. Los investigadores y fabricantes conocen su potencial, pero falta tener una cultura de usarlos, no solo como entretenimiento sino también como método de aprendizaje. O al menos ser conscientes de ello. A veces la gente aprende a través de estos dispositivos sin darse cuenta.
La falta de fondos y la resistencia de los profesores, ¿son las principales barreras para que el eLearning avance?
La falta de dinero depende mucho de la forma en la que se organizan los sistemas educativos y los colegios. En los Países Bajos los colegios tienen mucha autonomía. En Italia, a raíz de nuevas reformas que se han aprobado tendrán más. Ahora hay un nuevo modelo de negocio emergiendo, el crowdfunding y los colegios lo están usando. Por ejemplo, en las clases en las que no hay pizarra electrónica, una asociación recoge dinero a través de este método para comprarlas. El crowdfunding está creciendo en los colegios públicos. Las cosas están cambiando. Pero, también me gustaría destacar que, aunque a veces hay inversiones públicas para adquirir estos dispositivos, te enfrentas a resistencias de profesores o directores de colegios. En Italia, por ejemplo, tú puedes participar en los programas nacionales. Hay un programa en fase piloto que contempla incluir tabletas en determinados colegios. En el de mi hija, hace unos años tuvimos una discusión con el director porque solo una clase por curso tenía pizarras electrónicas y mi hija estaba en la clase sin pizarra. Pregunté por el criterio y era que los profesores con más interés en usarla, tenían la pizarra. Los que no mostraron curiosidad, no, ni sus alumnos.
¿La clase de tu hija tiene finalmente pizarra?
Sí, y la están usando mucho. En la escuela primaria es importante por su componente visual, para entender mejor las cosas. Se explican conceptos difíciles de forma sencilla, como documentales sobre volcanes, que son fáciles de entender en lugar de leer cientos de páginas, aunque una cosa no excluye a la otra. Esto fue hace dos años. En el programa de las tabletas en las escuelas que comentaba antes, el colegio de mi hijo no participa porque, según el director, las tabletas son para entretenimiento, no para aprendizaje. En este caso, la visión del líder influye en el acceso de educación tecnológica de todo el colegio y no puedes hacer nada. En cualquier caso, las cosas cambiarán pronto. Los nativos digitales serán los nuevos líderes del mañana y harán que las cosas cambien completamente.
¿Quiénes lideran el ámbito del eLearning a nivel internacional?
En mi opinión, en cuanto a implementación e innovación, Estados Unidos no ocupa el primer lugar. Me fijaría en Canadá y Australia. No por las cifras –el mercado de Estados Unidos es enorme–, sino porque cuando tienen que implementar innovaciones lo hacen de forma sistémica, englobando políticas, socios, etc. Así es como debe hacerse. En términos numéricos creo que Estados Unidos es el primero pero, en términos de implementación de la innovación, Canadá y Australia son verdaderamente interesantes. Estados Unidos es paradójico porque tienen muchas iniciativas, el mercado está muy desarrollado, pero el acceso a la educación es terrible, sin equidad y con muchos problemas. Canadá y Australia son lugares interesantes que tomar como ejemplo.
¿Cuál es el papel del eLearning en las universidades tradicionales?
Participé hace unos años en un encuentro de innovación en educación superior. Entonces las universidades online estaban empezando y la actitud de los participantes (rectores de universidades tradicionales) era muy conservadora. Iniciativas online eran consideradas como si no fueran nada. Las universidades tradicionales están tratando de mantener su posición e implementar eLearning podría resultar paradójico. El desafío al que se están enfrentando en este contexto de globalización es captar más y más estudiantes del extranjero. La movilidad virtual es la clave y las universidades se están alineando en este sentido. Es verdad que las cosas han cambiado en el uso de tecnología, y también dentro de las clases en la universidad tradicional pero, hasta ahora, el uso está limitado a usar Power Point para impartir la lección, o escribir un mail para hablar con el profesor. Ese es el nivel actual en la universidad tradicional. Luego estarían las universidades online, por lo que, prácticamente, no hay instituciones intermedias. Hay dos polos.
¿Y qué función tienen los MOOC en este escenario?
Soy un poco escéptica, no tanto por la calidad de los recursos sino por el reconocimiento, lo que cuenta en el currículum. Si voy a trabajar a una compañía, ni siquiera saben lo que es un MOOC. Es verdad que en un MOOC tienes que trabajar mucho pero el problema todavía es el reconocimiento y que en el mundo laboral se reconozca el valor de lo que has estudiado. Por ejemplo, si yo encuentro un MOOC sobre innovación, me matriculo, lo hago y aparece en mi CV, pero no creo que de momento vaya a cambiar mis oportunidades laborales.