Inteligencia artificial y pensamiento analógico

Hace unos días tuve el privilegio de ofrecer una conferencia invitada sobre Inteligencia artificial y pensamiento analógico. La Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia, en su sede de Medellín, me ofreció una plenaria con el profesor John Willian Branch y su Grupo de investigación en Inteligencia Artificial (GIDIA) como anfitriones.

Existen mil factores que un algoritmo bien entrenado no es capaz de replicar al 100%, incluyendo el sentido común o la sensibilidad por el contexto

La línea base fue muy clara: los procesos completamente automáticos tiene una finalidad muy específica en casos concretos. Sin embargo, el mayor potencial que la inteligencia artificial muestra es en el apoyo a la toma de decisiones por parte de un usuario. Si el tiempo de respuesta es inmediato e imperceptible (sensores de guiado o visión artificial, por ejemplo) el controlador debe, aun así, preservar la capacidad de modificación o aborto del proceso. Existen mil factores que un algoritmo bien entrenado no es capaz de replicar al 100%, incluyendo el sentido común o la sensibilidad por el contexto. En otros muchos casos, donde realizamos analítica de datos, por ejemplo (con minería de cualquier tipo o aplicando redes neuronales) el procesamiento artificial permite combinar y llegar a extremos que a un ser humano le resultaría imposible, por volumen, rapidez o capacidad analítica.

En estos casos (estimación de abandono escolar, predicción bursátil, evolución del cambio climático, por citar algunos) la intervención humana resulta imprescindible. Sólo la combinación de una gran capacidad de proceso y estimación con una mente brillante que sepa pulir bordes y tomar las decisiones conscientes en función de la información aportada, permite una nueva capa de conocimiento y de gestión. La posibilidad de optar a una categorización y un procesamiento más eficaces, con mayor número de fuentes y más dispares, con menor tiempo de respuesta y con mayor claridad de exposición, proporciona un panorama excitante: aunar la configuración más técnica con la prudencia más aguda del ser humano, trabajando conjuntamente.

14 de Marzo de 2020